A pesar de que son pocas las radiaciones solares que llegan a la superficie terrestre, de que entre sus beneficios están los efectos sobre nuestra psique al aportarnos sensación de salud y estimulación, de ayudarnos a sintetizar vitamina D, hemos de protegernos de ellos de manera sistemática.
Si reducimos un 20% la exposición solar reduciremos en un tercio la posibilidad de padecer cáncer cutáneo. Por lo tanto, protegerse del Sol es una buena decisión.
La cuestión es cómo protegerse de las radiaciones solares, para ello os planteamos cinco reglas básicas de protección solar que iremos viendo una a una.
- USANDO FOTOPROTECTORES
- Son sustancias que se aplican sobre la piel para protegerla de los efectos perjudiciales de las radiaciones ultravioleta. Pueden ser:
- Físicos ( que forman una barrera para que no penetren las radiaciones)
- Químicos ( que absorben las radiaciones y las transforman en no perjudiciales)
- Biológicos ( que aumentan las defensas de la piel )
Hay que tener en cuenta que la protección total no existe, para controlar el grado de protección utilizamos el factor de protección solar (FPS).
El Factor de Protección Solar es una cifra que expresa la capacidad de un producto para proteger de las quemaduras solares. Debemos utilizar un protector de amplio espectro que nos proteja de los UVB Y UVA.
Pero ¿cómo elegimos la protección solar adecuada?. Para ello debemos tener en cuenta el fototipo de piel que tenemos, pero en cualquier caso es recomendable usar un SPF mínimo de +30
Si ya tenemos elegido nuestra crema de protección solar, ¿cómo la aplicamos?. El fotoprotector debemos de aplicarlo en casa 30 minutos antes de la exposición solar, de forma generosa (2mcg/cm2) y renovar el producto cada 2 horas, después de cada baño y tras cada sudoración. La finalidad de un producto de protección solar no es aumentar el total de horas de exposición solar que podamos tener sino permitir una exposición solar razonable y sin riesgo.
Un ejemplo simple y claro …¿corres más con el coche cuando te pones el cinturón?